El pasado miércoles se jugó un gran partido contra Capuchinos, que ya se ha recogido en los medios de prensa, y que nos dejó con una victoria merecida desde el primer minuto.
Una gran defensa y un ataque fluido nos colocó por delante en el primer cuarto. Sin embargo un exceso de confianza, y una reacción del equipo rival nos colocó por debajo en el marcador. A falta de pocos segundos para terminar estábamos 2 abajo. Aún así, no tembló la mano de Pedro a la hora de anotar un tiro libre, ni se achantó Raúl para coger un rebote en ataque y anotar la canasta que nos colocaba 1 arriba a falta de escasos segundos. Una excelente defensa de todo el equipo en los segundos finales (tapón incluido) nos dio la victoria. Un partido muy completo por parte de todos los jugadores que tiene como resultado una victoria muy trabajada.
El sábado por la mañana viajamos a Molina, a enfrentarnos con el primer clasificado del grupo que nos endosó un severo correctivo en el primer partido que nos enfrentó. Quizá por ello, y por nuestra evolución en el juego, el partido resultó apasionante.
A priori el equipo molinense era superior, en edad, en altura, en capacidad anotadora, pero a posteriori el partido resultó apasionante. nos pusimos por delante en el primer cuarto, y para sorpresa de propios y extraños acabamos el primer cuarto tan solo a dos puntos del líder del grupo.
Una excelente defensa, un gran trabajo en las transiciones defensa-ataque, y el férreo marcaje de Juan Villa al mejor de los molineros, nos llevó, a falta de cinco segundos a estar tres puntos por debajo, remontando una diferencia de 11 puntos en el último periodo.
En esos cinco segundos se hizo lo que se debía hacer, pedir un tiempo, sacar a los tiradores y, pizarra en mano, diseñar una jugada que nos proporcionara una situación de tiro de tres favorable. Y salió, es una pena que el balón, tras tocar tablero y aro no entrara, pero nos quedó el gran sabor de boca de tener al lider del grupo contra las cuerdas, y demostrarnos que el proceso de aprendizaje da sus frutos.
Técnicos y jugadores se saludaron de manera afectuosa después de momentos de tensión propios de un partido de gran nivel.
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