Segundo partido "fratricida" en nuestro club entre los dos equipos alevines que nos dejan claras, al menos, tres cosas.
La primera es que la cantera de nuestro club está asegurada 20 jugadores y jugadoras federadas, además de otros tantos que están, si al que escribe no le fallan las cuentas, en la escuela de la categoría, además de los benjamines, que son otra historia pero siguen siendo cantera -y muy buena-.
La segunda es el apoyo incondicional -gracias, gracias, gracias- de los padres y madres que en todo momento apoyan a sus hijos-jugadores, hijas-jugadoras, y acuden día a día a estar con ellos y con los entrenadores, en una misión común, que se juegue al baloncesto, y cada vez mejor.
La tercera es que dos años de baloncesto hacen mucho, y por ello hay una diferencia sustancial en el juego del equipo B (llevan jugando juntos desde benjamín de primer año) el equipo A (han empezado, muchos, este curso) y por ello al final se llevó el gato al agua el Mini B, aunque en el primer cuarto la victoria parcial fué para el Mini A, que día a día está mostrando maneras y actitudes. En que estas maneras y actitudes se mantengan y crezcan nos debemos empeñar entrenadores y padres, en el camino que hemos empezado juntos.
En resumen una fiesta ver a dos equipos hermanos jugando al basket sin importar resultados, ni clasificaciones, ni anotaciones; disfrutando de ver los avances de las Violeta, Conchi, Inés, María, Gabriela y Sandra; de ver la adaptación de Pablo Guardiola y Jose Luis -novatos en estos lares- y la progresión de Angel, benjamín jugando con un mini de 2º año. Y de ver las evoluciones del equipo B, que como ya he dicho juegan juntos desde hace 2 años.
Gracias a todos.
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