Historia del Baloncesto en Cieza

Apuntes a una historia desde 1.950

por Eduardo López Pascual




Cieza, según cuentan las crónicas locales, fue siempre un pueblo con vocación deportiva. Ciertamente, en los tiempos que uno recuerda, todo se reducía al juego del Fútbol, al menos desde una perspectiva de competiciones regladas o amparadas bajo la cobertura de una federación deportiva, al menos en los primeros años a partir de 1.950 que es cuanto llego a memorizar. Por entonces solo los jugadores de este deporte tenían alguna repercusión popular, y los casos de Morales, de Perona y más tarde de Luis y Pepe Belló, Rubio y alguno más, alcanzaron renombre merecido. Por el contrario quienes practicaban otras especialidades deportivas, sobre todo los que se llamaban deportes-sala como el Baloncesto o el Balonmano, muy poca resonancia tenían, entre otras cosas porque eran muy pocos los que practicaban. Fue, ya metidos los años cincuenta del siglo pasado, cuando Cieza presentaba un grupo más o menos numeroso de estudiantes universitarios, quienes despertaron en nuestra ciudad una afición a estos deportes que, por falta de instalaciones adecuadas, o de simple conocimiento, atravesaban un periodo de franca ausencia.

Aquellos universitarios, y una especial disposición a desarrollar aun con todas las deficiencias imaginables, por parte de la única institución oficial que promovía entre sus objetivos la práctica de las actividades físicas, la Delegación Nacional de la Juventud, a través de sus respectivas locales, hicieron posible que juegos como el baloncesto y el balonmano, deportes de sala, entraran en la historia deportiva de nuestra ciudad. Por entonces, jóvenes estudiantes como Pepe Moreno(Chicha), José Martínez(Pite), algún trabajador como El Tuto, constituían el embrión de uno de los primeros equipos de baloncesto, si no el primero, de la mano de aquella Delegación, y a través del Frente de Juventudes, verdadero impulsor y organizador de los juegos y competiciones deportivas juveniles. En este primigenio equipo juvenil de Baloncesto, que siempre jugaba bajo el nombre de Cieza-Frente de Juventudes, años 1.953-54-55, pronto se incorporaron otros jóvenes, con auténtica vocación por este deporte que todavía carecía de aficiones multitudinarias, y que jugaba con unos medios verdaderamente precarios; acaso una camiseta deportiva, como única prenda distintiva, y unas botas que entonces empezaban a ser de caucho y lona, muy lejos de las equipaciones posteriores.

Luego, los terrenos en donde se practicaba el baloncesto quedaba muy lejos de lo mínimo conveniente, pues eran casi todos en tierra, con las demarcaciones pintadas a mano y unos cestos y canastas, que no eran precisamente lo deseado; eran los inconvenientes de una etapa dura y difícil. El Frente de Juventudes ciertamente se afanaba aun con sus pobres medios en mantener el baloncesto y darlo a conocer a la juventud ciezana, y en la medida de lo posible se comprometió a hacerlo; de ahí que pronto se tuviera ya una equipación bastante digna, y se saliera hacia otras localidades a través de la Federación Murciana de Baloncesto. Jumilla con equipo igualmente perteneciente al Frente de Juventudes, o Yecla, con su histórico equipo Imperio(organizado por un club privado), o de los irreversibles adversarios de la capital, procuraban la extensión de este deporte, ya luego de varios años de práctica y exhibición, con una base de aficionados muy consolidada, y la incorporación de varias docenas de nuevos jugadores todos muy jóvenes que alcanzaron a nivel local un reconocimiento suficiente, que hacía crecer el baloncesto en Cieza. De esta época, podemos reseñar aquí a José Morcillo, Virgilio Esparza, Ignacio Lucas, Eduardo López, Francisco González(Quico), Juan Ortiz, o Paco Villa, que formaron durante varios años, junto a los arriba citados, el equipo más consistente y normalizado de la década de los cincuenta del siglo anterior. Incluso podemos mencionar la conquista del I Trofeo Cenajo, que se ganó en una competición abierta a todos los equipos del Frente de Juventudes, de la Región, disputada en 1.954 en el Pantano del Cenajo.

Aquel equipo jugaría más de cien partidos de competición, siendo, como no podía ser más, un equipo de bajas posibilidades aunque siempre destacaría por su juego serio, técnico y sobre todo lleno de ilusión, que le hacía jugar ante contrarios mucho más completos, en todos los sentidos, con brillantez y emoción. Los equipos de Murcia y Cartagena eran por entonces adversarios imposibles de ganar, pero el nombre de Cieza era siempre recibido con mucha atención. El Club Crao y el Club Remo, así como el equipo del Frente de Juventudes en la capital, o el equipo de la Bazán, en la ciudad departamental, se erigían como equipos insalvables.

En realidad, casi siempre fue una lucha entre los davises ciezanos y los goliats foráneos, que a veces nos mostraban su admiración por nuestra afición irreductible, a pesar de las malas condiciones con que íbamos al juego, sobre todo de la pista deportiva, que nosotros llamábamos así, pero que era un terreno grande, de piso llano pero irregular, que estaba dentro de lo que se conoció durante mucho tiempo como Solar de Doña Adela. En alguna ocasión, y ante algún acontecimiento juvenil, ese equipo jugaría también en la Plaza de España, desde luego mucho antes de ser reordenada con una nueva distribución y ornamentación. De entonces también hay recuerdos de encuentros deportivos entre equipos de Hellín(Albacete) y el Cieza Frente de Juventudes, que generaban una enorme expectación.

Los equipos de baloncesto ciezanos, en aquella época, entrenaban un par de veces a la semana, generalmente sin un programa serio, autodirigidos por los jugadores, y sobre pistas de tierra, con sus líneas de juego marcadas por ellos con yeso sobre largas tiradas de cuerda. Hubo un tiempo por los años 55 y 56 , donde el campo de juego, estaba dotado de luz artificial gracias a unos postes con grandes focos, que nos permitían competir de noche y constituía un verdadero espectáculo; posteriormente a estas fechas se fueron incorporando algunos otros jóvenes, como José María Lucas, Antonio S. Leante, y otros. Y ya, con la OJE, a partir de 1.960, el baloncesto en Cieza entra en otra etapa muy diferente, en preparación y medios, que abarca un tiempo y unas competiciones que salen de esta pequeña historia.

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